ESCALADA EN EL SALVADOR

Este fín de semana ha empezado a la temprana hora de las 5:00 de la mañana, en el rocódromo, donde hemos quedado con el resto de la expedición escaladora (Garrilla, Chove, la Gorda, el Peque, Arturo...). Allí hemos dejado los coches y nos hemos embarcado en un minibus, donde hemos hecho milagros para poder hacer caber 14 personas con sus respectivas bolsas, suerte que aquí están acostumbrados.
Sólo salir, en el primer cruce, casi nos empotramos contra un taxi y se convierte en el viaje más corto de la historia, 30 segundos. Suerte del buen reflejo del taxista, que con una frenada al estilo Sainz ha evitado la colisión !! Hemos continuado el largo viaje de 4 horas hasta el Salvador. En la frontera hemos presentado los papeles excepto Arturo, que no llevaba su documento de identificación pero el huevón no se cómo lo ha hecho que no le han pedido y ha podido entrar al Salvador. Así que ahora llevamos a un ilegal entre nosotros, como la canción de “Mano chao”.
En el Salvador hemos quedado con "Guillon", un francés afincado en El Salvador desde hace 12 años y amigo de Chove. Él es el actual entrenador de la selección del Salvador y nos ha dejado el Rocódromo para pasar la noche. Pero antes lo mejor; hemos ido a escalar a la Puerta del Diablo, una montaña a 15 minutos de la capital San Salvador.

Allí nos hacemos un hartón de escalar, la roca es muy buena y hay rutas para todos los niveles desde V a 7c y algunos proyectos con muy buena pinta. Pasamos toda la mañana escalando como unos auténticos orangutanes, colgados de las piedras y haciendo ruidos guturales como nuestros ancestros del paleolítico!!! Con tanto gasto de energía, toca rellenar los depósitos y que mejor que las “pupusas”, plato típico de El Salvador.

Después vuelta a la carga con dos rutas más y una de ellas un 7a que se llama “la francesa que se toca las tetas”, bonito nombre para tan bonita ruta !!
La cena, para variar, un montón de pupusas entre risas y un ambiente inmejorable. Después directos al rocódrono para caer rendidos en las colchonetas y soñar con escaladas futuras.

El domingo nos levantamos pronto, recogemos el campamento y nos dirigimos directos a la roca. Los ánimos son muy buenos y hay piques para ver quien encadenara más vías. Pero enseguida, ya en el calentamiento, vemos que el esfuerzo de ayer nos pasa factura. El día lo acabamos con 5 vías y hechos una "verga", como dicen aquí.

Para celebrarlo, las pupusas de rigor y una buena limonada. Despedidas con "Guillon", con quien nos veremos junto con sus pupilos el próximo día 9 de marzo en la competencia que se celebrará en el rocódromo de Guatemala !!!!
La vuelta 4 horas muy cansinas de micro bus. Lo único destacable, los 12 $ de multa que le clavaron en la frontera a Arturo por entrar de forma ilegal.
Un fín de semana cojonudo con muchas risas y la esencia de la escalada: escalar mucho, entre amigos, dormir en cualquier sitio, gastar lo mínimo y lo más importante no ducharse !!!